Entretanto, Tom Miller, presidente de la ONG Plan International, señaló que en un planeta con movimientos masivos de población, los niños no registrados resultan una presa fácil para los traficantes de menores (como esclavos o para ser explotados en el turismo sexual).

 

El Rey Salomón y el discernimiento

Dos mujeres comparecieron ante el rey Salomón con dos bebés, uno muerto y otro vivo. Ambas afirmaban que el niño vivo les pertenecía, y decían que el muerto era de la otra. Una de ellas dijo: “Oh señor, ambas dormíamos con nuestros hijos en cama. Y esta mujer, en su sueño, se acostó sobre su hijo, y él murió. Luego puso su hijo muerto junto al mío mientras yo dormía, y me quitó el mío. Por la mañana vi que no era mi hijo, pero ella alega que éste es mío, y que el niño vivo es de ella. Ahora, oh rey, ordena a esta mujer que me devuelva mi hijo”.

La otra mujer dijo: “Eso no es verdad. El niño muerto le pertenece, y el niño vivo es mío, pero ella trata de arrebatármelo”.

Salomón escuchó a ambas mujeres y luego dijo: “Traedme una espada”.

Le llevaron una espada, y Salomón dijo: “Empuña esta espada, corta al niño vivo en dos y dale una mitad a cada una”.

Entonces una de las mujeres exclamó: “Oh mi señor, no mates al niño. Que la otra mujer se lo lleve, pero déjalo vivir”.

Pero la otra mujer dijo: “No, corta al niño en dos, y divídelo entre ambas”.

Entonces Salomón anunció: “Entregad el niño a la mujer que se opuso a que lo mataran, pues ella es la verdadera madre”.

El pueblo se maravilló de la sabiduría de ese rey tan joven, y vio que Dios le había dado discernimiento.

26/02/2005
Derechos del niño
Partida de nacimiento: la campaña de registro

Anualmente nacen en el mundo 48 millones de niños que no cuentan con un registro que los identifique. Seis de cada diez bebés que nacen anualmente en el sur de Asia no son registrados. En África subsahariana el porcentaje de niños sin inscribir asciende a 55%. La ausencia de registro condena a estos menores a una marginalidad absoluta de los sistemas de educación y salud, de los derechos civiles, de la protección del Estado.

Si bien el derecho al nombre propio y a una nacionalidad está reconocido en todo el mundo, más del 30% del total de nacimientos anuales estimados en todo el mundo nunca llegan a ser registrados. Frecuentemente los niños y niñas sin inscripción provienen de familias pobres, marginadas o refugiadas. En una campaña, promovida por la organización no gubernamental (ONG) Plan (que coincide con la reciente presentación en la ONU del informe “Registro de nacimiento: una responsabilidad universal”) Desmond Tutu, arzobispo sudafricano y Premio Nóbel de la Paz (1984), apremió a los gobiernos de todo el mundo a efectuar campañas de concienciación para lograr el registro de todos los recién nacidos.

De acuerdo a Tutu, la partida de nacimiento es un documento vital “para acceder a los privilegios, derechos y obligaciones de los niños como ciudadanos”, porque es el primer acto por el que se expresa el compromiso del Estado con el individuo. "Los niños sin registros no existen. La obtención de este documento es el primer acto por el que se expresa el compromiso del Estado con el individuo", subrayó el religioso.

En su presentación el 22 de febrero, Tutu mencionó la historia del sabio rey Salomón, quien debió ser juez ante las dos mujeres que clamaban ser la madre de un mismo niño (ver recuadro): “Si en aquel entonces hubiera habido un registro, se hubiera evitado la situación. Es un momento de hacer de esta cuestión una prioridad mundial", afirmó el arzobispo.

Entretanto, Tom Miller, presidente de la ONG Plan International, señaló que en un planeta con movimientos masivos de población, los niños no registrados resultan una presa fácil para los traficantes de menores (como esclavos o para ser explotados en el turismo sexual). “Los gobiernos de todo el mundo están fracasando en este sentido, y cada vez hay más niños sin certificado de nacimiento, lo que hace que sea imposible comprobar su edad y nacionalidad”, indicó. Aunque según Millar el certificado de nacimiento no es una garantía, tenerlo ayuda a identificar y proteger a los menores insertos en un entorno ya de por sí marginal.

Mediante iniciativas conjuntas con gobiernos asiáticos y voluntarios de la ONU, la organización Plan ha logrado registrar, en Camboya, por ejemplo, a 1,5 millones de menores en dos meses, y a 3,2 millones en la India.

Derechos que otorga la partida de nacimiento

Según UNICEF, además de constituir el primer acto legal de reconocimiento de la existencia de un niño, la inscripción del nacimiento es fundamental para la realización de una serie de derechos y necesidades de orden práctico.

- Acceder a la atención sanitaria: en más de 30 países, para que un niño reciba tratamiento en un centro médico es un requisito indispensable que figure inscrito.

- Acceder a la vacunación: en cerca de 20 países, los niños y niñas no pueden acceder a los programas de inmunización sin una partida de nacimiento.

- Garantizar que la matriculación escolar tiene lugar a la edad correcta.

- Asegurar el cumplimiento de las leyes relativas a los requisitos de edad mínima de contratación laboral, reforzando los esfuerzos dirigidos a prevenir la contratación infantil.

- Prevenir el matrimonio forzoso de las niñas antes de haber alcanzado la edad legal, que se puede acreditar.

- Proteger a los jóvenes del servicio militar o el reclutamiento de menores.

- Proteger a los niños y niñas de agresiones por parte de la policía y otros agentes de la ley.

- Garantizar el derecho del niño a una nacionalidad en el momento de su nacimiento.

- Proteger a los niños y niñas que son víctimas de la trata de menores mediante la repatriación y la reunificación familiar, por ejemplo.

- Obtener un pasaporte, abrir una cuenta bancaria, obtener un crédito, ejercer el voto o encontrar un empleo.

Aunque en la mayoría de los países hay disposiciones legales sobre la inscripción del nacimiento dentro de un plazo concreto, frecuentemente estas leyes no son suficientemente amplias, no se cumplen o no son eficaces. En los nacimientos que tienen lugar en localidades rurales remotas o lejanas a centros de salud, la ausencia de registro se ve acentuada. Sólo uno de cada 30 niños tiene un certificado de nacimiento en las zonas rurales de Tanzania.

En los casos de los hijos de inmigrantes ilegales, o de minorías étnicas en conflicto, se priva a los niños de su derecho a la inscripción: los niños rumanos de Europa del este y central, los kurdos en Siria, los tátaros de Ucrania y los rusos de Estonia y Letonia son algunos de los marginados con frecuencia.





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