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La escalada bélica en Liberia está llegando a su punto más candente en esta última semana, dejando al país en lo que puede calificarse como colapso humanitario. Gran parte de la población carece de alimento suficiente, y los hospitales están saturados y sin posibilidades de atender a miles de heridos.

 

16/07/2003
Al borde del colapso humanitario

En los últimos días, varios medios periodísticos occidentales han recogido diversas informaciones de lo que califican como "colapso humanitario", en referencia a la ascendente oleada de combates en Monrovia, capital liberiana; mientras, alegando que se evitaría un desastre mayor, organismos internacionales y otros países africanos han conminado al presidente Charles Taylor a abandonar el país.

La escalada bélica en Liberia está llegando a su punto más candente en esta última semana, dejando al país en lo que puede calificarse como colapso humanitario. Gran parte de la población carece de alimento suficiente, y los hospitales están saturados y sin posibilidades de atender a miles de heridos

El día 14 de julio, un corresponsal de la BBC en Monrovia señaló que gobierno y los grupos rebeldes se acusaban unos a otros de no haber respetado la tregua de los conflictos bélicos internos en los que están embarcados desde principios de la década de 1980, tregua acordada desde hace un mes.

El ministro de defensa, Daniel Chea aseguró a la agencia de noticias Reuters que sus fuerzas han sido atacadas en por lo menos tres sitios del país. Por su parte, los rebeldes, que controlan dos tercios de Liberia, afirman haber sido atacados en primer término.

"La situación es demasiado desesperante" afirmó el ministro de salud, Peter Coleman, a corresponsales de IPS. "Cientos de heridos logran sobrevivir pero no tienen acceso a la medicina o a la atención profesional. Los pocos centros sanitarios existentes están saturados", re-afirman trabajadores de la salud de Monrovia. Los medicamentos e insumos médicos escasean a causa de los saqueos que siguieron a los combates callejeros entre las fuerzas del presidente Charles Taylor y la principal organización rebelde, Liberianos Unidos para la Reconciliación y la Democracia (LURD)

Talyor se niega a abandonar el país

El grupo rebelde LURD advirtió en las últimas horas que enfrentará a cualquier fuerza de paz internacional que se despliegue en territorio liberianos antes que el presidente renuncie; mientras, por el contrario, Taylor ha venido afirmando durante días que no abandonará su puesto mientras no estén dadas las condiciones para que su dimisión sea acogida en un ambiente pacífico, lo que para él implica la actuación de las fuerzas de paz. Para muchos, si Taylor no abandona voluntariamente Liberia y, por el contrario, enfrenta a los rebeldes, Monrovia se convertirá en el peor de los escenarios desde el punto de vista humanitario; y el resultado será un gran vacío de seguridad que llevará al completo caos.

El presidente de Nigeria, Olusegún Obasanjo, ofreció asilo incondicional a Taylor, quien ha sido acusado como criminal de guerra por la Organización de las Naciones Unidas. David Crane, fiscal del Tribunal especial de la ONU para Sierra Leona afirmó que los crímenes cometidos en la guerra civil de Sierra Leona en 1992 y 1993 involucran a Taylor; según Krane, la acusación de la fiscalía será seguida sus últimas consecuencias.

A pesar del pedido de Naciones Unidas y de varios líderes de los países del oeste africano, Estados Unidos no se decide aun a enviar fuerzas de paz. Intereses económicos unen a Estados Unidos a Liberia ( Firestone y Goodrich, empresas de transnacionales de neumáticos, extraen su materia prima más importante de las plantaciones de caucho en Liberia, con un acuerdo de concesión por noventa y nueve años desde 1926; y el límite norte de Liberia, hacia Sierra Leona es conocido por sus riquezas minerales, mayoritariamente diamantes.); también históricos: antes de que el presidente estadounidense Abraham Lincoln decretara la abolición de la esclavitud, en 1865, los libertos representaban un problema social para los terratenientes esclavistas sureños y se procedió a "repatriarlos". En 1821, la American Colonization Society compró un trozo de territorio leonés con esa finalidad y fundó la ciudad de Monrovia, llamándola así en homenaje al entonces presidente estadounidense James Monroe. (la mayoría de los libertos, sin embargo, optaron por quedarse en Estados Unidos; dos décadas más tarde, sólo veinte mil ex esclavos viajaron a lo que hoy es Liberia.

Mientras tanto, es un hecho que la población de Liberia, sobre todo en su capital, vive desde hace más de veinte años en dificultades cada día más apremiantes y con pocas esperanzas para ver la salida -en los últimos 10 días fallecieron aproximadamente 300 personas, y otro gran número de pobladores civiles se encuentra herido o con problemas serios de acceso a la cobertura de sus necesidades básicas de reproducción.

Un país inventado

A pesar de haber sido fundado como estado independiente por esclavos norteamericanos liberados, Liberia está mayoritariamente poblado por aborígenes africanos, que nunca recibieron de buena gana a los "negros civilizados" quienes llegaron a fines de 1840 a adueñarse de las mejores tierras sobre las costas cercanas a Sierra Leona, apoyados por los colonos ingleses y la armada norteamericana, hablando la misma lengua y profesando las mismas creencias religiosas de los colonizadores. La creación arbitraria de este país con Constitución redactada en Harvard, una "democracia" que solo representaba a la minoría "repatriada", y símbolos patrióticos parientes a los de Norteamerica, fue un acuerdo entre la American Colonization Society, dependiente del gobierno del entonces presidente Lincoln y la entonces colonia británica de Sierra Leona. Aún hoy sólo 15% de la población habla el inglés y practica el cristianismo.

Hasta 1980 Liberia se mantuvo en una calma relativa, a pesar del enriquecimiento exclusivo del sector "americano" de la población, que obtuvo hasta ese momento importantes niveles de ingreso.

En ese año, luego de una revuelta interna provocada por la suba exorbitante del precio del arroz, el sargento Samuel Doe impuso un gobierno de facto, derrocando el vigente hasta el momento junto con la abolición de la constitución, la proscripción de los partidos políticos y el fusilamiento de los representantes de mayor autoridad del gobierno hasta ese momento.

Posteriormente se anunció un proceso de apertura democrática que luego fue acompañado de la firma de un primer acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Cronología de una interminable guerra civil

La caída de las exportaciones, el aumento del desempleo, la reducción de los salarios públicos y privados y el creciente endeudamiento externo sumergieron al país en una crisis de grandes dimensiones. El descontento entre la población fue aumentando. Entre 1980 y 1989 el régimen de Doe desbarató nueve intentos golpistas.

En 1985 se realizaron elecciones. En medio de proscripciones, denuncias de fraude y encarcelamiento de líderes opositores, Doe obtuvo el 50,9% de los votos. El Partido Popular de Liberia (LPP) y el Partido de la Unidad Popular (UPP), las mayores fuerzas opositoras, no fueron autorizados a participar.

En 1987, la mayor parte del financiamiento obtenido por el gobierno provino directamente de Washington. Estados Unidos mantenía valiosos intereses en Liberia, como los 450 millones de dólares en bienes de capital, bases militares, una estación que emitía La Voz de América para la región, así como el centro de comunicaciones de todos los servicios diplomáticos estadounidenses en África.

En junio de ese año el triunfo del NPFL, dirigido por Charles Taylor, parecía inminente. Pero en julio, cuando se inició la batalla por Monrovia, el frente rebelde se dividió y surgió un Frente Patriótico Independiente (INPFL) dirigido por Prince Johnson.

En setiembre de 1990 el presidente Doe fue asesinado por tropas de Johnson. En la confusa situación posterior se proclamaron simultáneamente presidentes interinos: Johnson, Taylor, Amos Sawyer y Raleigh Seekie, ex jefe de la guardia presidencial de Doe. En 1992 apareció el Movimiento Unido de Liberación para la Democracia, Ulimo, formado por simpatizantes del antiguo Gobierno de Samuel Doe (muerto en 1990).

En noviembre, Sawyer (PPL) formó un gobierno provisional, apoyado por Côte d'Ivoire, Gambia, Nigeria, Burkina Faso y Togo y fue desplegada una fuerza de paz integrada por 10.000 efectivos de Nigeria, 1.000 de Ghana y 600 de Guinea.

El Movimiento Unido de Liberación por la Democracia en Liberia (ULIMO),formado en 1991 por simpatizantes del anterior gobierno de Doe, se dividió en noviembre de 1992. Alhaji Kromah, acusado de ser afín a los grupos musulmanes y al gobierno de Libia, lideró la fracción establecida en la ciudad liberiana de Tubmanburg. Raleigh Seekie comandó la fracción establecida en Sierra Leona.

El Consejo de Seguridad exigió un cese el fuego y decretó un bloqueo de armas y de otros suministros. El estancamiento militar dio pie a la firma de un acuerdo de paz en julio de 1993, en Ginebra. Un mes más tarde, se acordó la formación del Consejo de Estado, organismo de transición con representantes del NPFL, el ULIMO y el gobierno de Sawyer.

En marzo de 1994 asumió el Consejo de Estado, pero la formación de un nuevo gobierno se demoró hasta mayo, por desacuerdos entre el NPFL, el ULIMO y los representantes de Sawyer. Mientras tanto, los combates entre grupos armados rivales y las escaramuzas de algunos de ellos con las recién desplegadas fuerzas de paz de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOMOG) prosiguieron. En 1995 continuaron las negociaciones entre los distintos bandos, se amplió la composición del Consejo de Estado, en el que ingresó Charles Taylor, y se formó un nuevo gobierno.

La guerra civil se reinició en 1996 con violentos combates, en particular en Monrovia. En julio de 1997, Taylor triunfó en la elección presidencial y parlamentaria con 75,3% de los votos. Un mes más tarde asumió funciones de presidente. Taylor reabrió las fronteras con Guinea y Sierra Leona; el intercambio de acusaciones entre los tres gobiernos, que denunciaban apoyo del vecino a los movimientos rebeldes dentro de fronteras, había llevado a su cierre. La ONU había sancionado a Liberia a causa de su apoyo a las fuerzas rebeldes de Sierra Leona, prohibiendo la exportación de diamantes y restringiendo los viajes de autoridades de gobierno durante un año. En febrero de 2002 fuerzas del LURD entraron a la capital. Tras enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que dejaron docenas de muertos, abandonaron Monrovia. Taylor declaró "estado de emergencia nacional" y, en abril, decidió la prohibición de todo encuentro político en el país, alegando que era necesaria para evitar cualquier foco insurgente hasta tanto no fueran derrotados los rebeldes.





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